Texto y fotos de Salvador González Escovar.
Es la 2ª cumbre más alta de la cordillera pirenaica, tras el Aneto. Al igual que otras cumbres del parque natural Posets-Maladeta, presenta una larga caminata porque primero hay que adentrarse bastante a través de valles, en este caso lo normal es seguir el Valle de Eriste aguas arriba, bastante encajonado y que al comienzo de la caminata presenta el atractivo del salto de agua de la cascada Espigantosa
Más adelante se abandona el cauce del valle, se remonta su ladera sur y se llega al refugio de Angel Orús, desde donde se disfruta de buenas vistas del recorrido seguido hasta ahora y de la vertiente opuesta donde sobresalen el Pico Escoverts y la Tuca de Ixeia.
A partir de aquí, el bosque da paso a los prados alpinos a medida que seguimos ganando altura, acercándonos a la Canal Fonda, una angosta y empinada barranquera en la que suele haber un inclinado helero que hay que atravesar longitudinalmente, siendo la parte más complicada de esta larga ascensión. Al final del tramo, el paisaje vuelve a abrirse apareciendo el Pico Espadas, vecino del Posets y unidos por la cresta terminal, sobre una especie de cuenca parcialmente congelada. El ascenso final a la cima transcurre por la arista sur del pico, a la que se llega después de superar un desnivel de 1.900 metros.
Por supuesto, debido a la altitud, desde la cumbre del Posets se domina el territorio en todas direcciones. Bajo el paredón oriental de la montaña, donde persisten restos de un fragmentado glaciar, el Bal de los ibones atrae la mirada, que es un extenso altiplano que alberga diseminados y pequeños lagos. Más allá, sobre la vertiente norte del Valle de Estós, la altura comparable de las montañas de Gourgs Blancs y Perdiguero no dejan ver el pirineo francés, por lo que la vista busca ampliar horizontes hacia oriente, encontrando el cresterío de los Montes Malditos coronados por el distinguible Aneto, que se eleva sobre la cuenca que forma la cabecera del empinado Barranco de Cregueña.
Al suroeste, en primer término, la cresta cimera desciende ligeramente hasta el Pico Espadas, y al fondo se adivina el Macizo de Cotiella, mientras al noroeste se eleva el conjunto formado por Punta del Sable, Bachimala y Pico de la Pez, y finalmente al sur y sureste llama la atención la agreste forma de la Cresta de Forcau, recortada sobre el fondo que forman las laderas del Valle de Eriste, lejano desde aquí arriba, no solo visualmente sino también en lo referente a los recuerdos del comienzo de la ruta, sin duda debido a las emociones y sensaciones que me invaden en estos duraderos e inolvidables instantes junto al vértice geodésico de la cima de la 2ª montaña más alta de la cadena pirenaica, aunque para mi se trata de la máxima cota que he alcanzado en esta cordillera.
LA ESCUELA DE GUAJARA 